Dr. Delgado Chuecas
El diagnóstico prenatal es el conjunto de pruebas que se realizan durante el embarazo y permiten conocer la adecuada formación y desarrollo del feto. Existen diferentes técnicas tanto invasivas como no invasivas. Algunas de las pruebas que lo componen son comunes en todas las mujeres, mientras que otras se realizan en función del estado y desarrollo de la madre y el feto.
En el diagnóstico prenatal, el especialista ginecólogo realizará diversas preguntas a la madre y revisará su historial clínico y antecedentes familiares que puedan influir en su estado de salud durante el embarazo. Para controlar la salud y evolución de la madre y el feto, se realizarán distintos análisis clínicos y pruebas diagnósticas de imagen. Las principales pruebas son:
- Test de ADN fetal en sangre materna. A partir de la semana 10 se puede conocer el riesgo de padecer síndrome de Down u otras anomalías relacionados con los cromosomas.
- Ecografía. Se realizan varias a lo largo del embarazo. A los tres meses permite detectar algunas imágenes de marcadores de cromosomopatías y en el segundo se pueden diagnosticar posibles malformaciones.
- Amniocentesis. Obtener líquido amniótico que rodea al feto para detectar alteraciones cromosómicas.
El objetivo del diagnóstico prenatal es conocer el estado de evolución y desarrollo del feto, así como detectar y prevenir posibles enfermedades y deformaciones. Gracias a los exámenes del diagnóstico prenatal los padres pueden anticipar cual va a ser el estado de salud de su bebé antes de su nacimiento.
La preparación variará en función de las pruebas que se realicen en el embarazo. Por ejemplo, para la amniocentesis es necesario tener la vejiga llena, y en los análisis clínicos acudir en ayunas. El especialista en Ginecología y Obstetricia se encargará de explicar las instrucciones para cada prueba a la mujer embarazada.
La mayoría de pruebas a realizar durante el diagnóstico prenatal son pruebas de imagen como la ecografía, y resultan indoloras. Las pruebas están pensadas para no ocasionar efectos secundarios ni molestias en la madre. Además, se trata de una serie de procedimientos que permiten a los padres conocer a fondo el proceso de crecimiento de su futuro bebé.
Si alguna de las pruebas del diagnóstico prenatal aporta resultados anormales, puede deberse a que el feto no se está desarrollando correctamente y puede presentar alguna enfermedad o deformidad. En caso de que alguna prueba denote riesgo de anomalía, se realizarán más pruebas para descartar o confirmar el problema y prevenirlo.
La medicina fetal o medicina materno-fetal (MMF) se enfoca en el cómo solucionar los problemas de salud que la madre y el feto pueden experimentar antes, durante e inmediatamente después del embarazo. La medicina fetal también se conoce como perinatología.
Los especialistas en medicina fetal son obstetras y ginecólogos que posteriormente se capacitan en cómo evaluar y llevar los embarazos de alto riesgo. Estos especialistas tienen un conocimiento avanzado de las complicaciones del embarazo, ya sean médicas, quirúrgicas o genéticas.
Los especialistas en medicina fetal están especializados en embarazos de alto riesgo, lo que significa que cualquier afección o situación que amenace la salud o la vida de la madre o del feto puede tratarse por un especialista en medicina fetal. Algunas de las siguientes afecciones las controlan y se tratan especialistas en medicina fetal:
Si sabes que tienes una afección existente mientras estás tratando de concebir o una vez que estás embarazada, debes hablarlo con tu médico, quien te derivará al especialista correcto. Tu médico también te derivará a un especialista en medicina fetal si lo considera necesario durante el embarazo.
La ecografía en 5D en el embarazo, introducida a principios de 2015, le permite ver a su hijo en el útero en cinco dimensiones. Gracias a los desarrollos tecnológicos en este campo, se pueden realizar ecografías de gran nitidez. En comparación con la ecografía bidimensional inicial, la de 3D que permite ver la profundidad de la estructura anatómica del feto y la de 4D que permite observar los movimientos fetales, la ecografía en 5D permite captar vídeos extremadamente realistas en tiempo real, con una vista detallada de las características del feto a través de imágenes que incluso pueden mostrar las tonalidades y matices de la piel.
La ecografía 5D es el último paso en la tecnología de diagnóstico y se basa en un tipo de ecografía que permite capturar imágenes tridimensionales en tiempo real del feto en el útero de la madre. Utilizando gafas interactivas, se puede ver un vídeo del bebé en 3D como si se materializase en ese momento.
La ecografía 5D se utiliza para obtener información precisa sobre las características del feto, como el diagnóstico de enfermedades que se sospecha pueda tener o malformaciones cerebrales, de la cara y las extremidades inferiores o superiores. El mejor momento para realizar la ecografía en 5D es entre la semana 23 y la semana 29.
Bajo el término cirugía endoscópica, se agrupan varias técnicas de observación directa del interior de un órgano o cavidad mediante un instrumento óptico (un tubo con iluminación conectado a una cámara de vídeo y a un monitor de televisión) que se introduce a través de orificios naturales del cuerpo humano o de la pared abdominal, como pueden ser la histeroscopia y la laparoscopia.
Se trata de una cirugía mínimamente invasiva que ha supuesto un avance respecto a las intervenciones abiertas tradicionales, ya que es una técnica mucho más fiable y precisa, se presentan menos traumas posteriores y además los resultados estéticos son mejores. Normalmente se realiza bajo anestesia general.
La endoscopia es una técnica que puede utilizarse tanto para el diagnóstico y observación como el tratamiento y cirugía. Concretamente la cirugía endoscópica se utiliza en diversos campos de la Medicina: es muy habitual la cirugía endoscópica en Ginecología, llamada Histeroscopia, para tratar las patologías del útero, como quistes, endometriosis, miomas o incluso para realizar una ligadura de trompas, estudiar la infertilidad, o una histerectomía o extirpación del útero. Por otra parte, es también frecuente tratar estas patologías mediante laparoscopia, que se diferencia en que aborda la cirugía desde un orificio en la cavidad abdominal.
También se utiliza en otros campos, como la Otorrinolaringología, donde es muy común la cirugía endoscópica nasosinual para tratar lesiones o problemas dentro de la nariz que impidan respirar con normalidad, afecten al olfato o provoquen dolores de cara y cabeza. O por otra parte, en Cirugía General y del Aparato Digestivo puede emplearse la técnica de endoscopia o laparoscopia en la cirugía de la obesidad. También puede realizarse una endoscopia de urgencia, como sucede en el campo de la Neurocirugía para tratar una hemorragia cerebral o accidente cerebrovascular (Ictus).
La cirugía endoscópica consiste en la introducción de un endoscopio, que es un instrumento óptico en forma de tubo con una cámara de vídeo e iluminación en el extremo, a través de alguno de los orificios naturales del cuerpo o a través de una incisión, para que así el especialista cirujano pueda observar a través de un monitor de televisión el órgano o zona a tratar. Además, a través del endoscopio pueden introducirse distintas herramientas para realizar la cirugía.
Antes de la cirugía, el paciente deberá informar a su médico acerca de su estado de salud y medicación que está tomando, así como se observar´su historial médico y se someterá a diversas pruebas para valorar si puede someterse a la operación. Por lo general, estas pruebas diagnósticas previas incluirán los análisis clínicos, aunque en función de la cirugía y las características del paciente, el especialista puede requerir más pruebas concretas.
Como la cirugía endoscópica se realiza bajo anestesia general, también suele requerirse al paciente un ayuno de 8 horas previas a la intervención.
La principal ventaja de la cirugía endoscópica es que al ser menos invasiva que otras técnicas quirúrgicas, permite un postoperatorio mucho más corto. Así, el paciente permanecerá hospitalizado pocas horas, pudiendo incluso volver a casa el mismo día de la intervención. En líneas generales, podrá reincorporarse a su actividad habitual a las 48-72 horas tras la intervención.
Las molestias del postoperatorio también son menores, de manera que el paciente no requiere reposo absoluto y puede desarrollar su vida con normalidad.
La alternativa a la cirugía endoscópica es la cirugía abierta convencional. Esta otra técnica no es un avance, sino que se trata de una técnica anterior, que supone mayor riesgo de complicaciones, un postoperatorio más largo y complicado, así como cicatrices más grandes y visibles.
Por otra parte, un avance en las técnicas de cirugía mínimamente invasiva como la cirugía endoscópica es la cirugía robótica, que consiste en estas técnicas llevadas a cabo por el especialista cirujano a través de un sistema robótico de alta precisión que permite una visión mejorada del área a tratar y movimientos con las herramientas quirúrgicas que serían imposibles de realizar por un humano, sin la ayuda del sistema robótico.
Un embarazo de riesgo es aquel que presenta complicaciones o factores asociados que pueden perjudicar la salud de la madre y del feto. Actualmente se cuantifica que un 10% aproximadamente de los embarazos se considera de alto riesgo.
El embarazo transcurre de forma diferente en cada mujer, pero existen algunos signos de alarma para acudir de inmediato al médico:
Principales factores que pueden influir en un embarazo de riesgo:
La edad de la madre: Las madres mayores de 35 años pueden presentar síntomas de embarazo de riesgo como fibromas, aumento de la presión arterial, aumenta que el niño nazca con una enfermedad de los cromosomas o puede desarrollar problemas con la anestesia. Cuando la madre es menor de 15 años también es peligroso, pues aumentan las posibilidades de padecer preeclampsia.
El peso de la madre: Si la madre pesa menos de 45 kg puede que el bebé nazca con bajo peso. En caso de que la madre padezca obesidad puede desarrollar diabetes gestacional, y si mide menos de 1,60 m y tiene la pelvis pequeña, aumentan las probabilidades de parto prematuro.
Anomalías del aparato genital: los problemas en el útero o los ovarios pueden provocar ovarios, por ejemplo los fibromas pueden causar complicaciones en el parte, presentación anormal del feto, partos prematuros o incluso abortos.
Salud de la madre: las enfermedades de la madre pueden causar abortos, como son la hipertensión arterial, cardiopatías, enfermedades de tiroides, diabetes, enfermedades renales, enfermedades respiratorias, problemas de coagulación, etc.
Sustancias teratogénicas: se denominan teratogénicos a los elementos que interfieren en el desarrollo del feto y provocan anomalías, como algunos fármacos, el alcohol, la cocaína o las radiaciones por rayos X, rayos UVA o rayos UVB.
Durante el embarazo siempre se intenta evitar en la medida de lo posible los factores que pueden provocar complicaciones en el feto. Así, conviene llevar un correcto control ginecológico del desarrollo del embarazo para detectar a tiempo cualquier anomalía, así como evitar enfermedades y la exposición a sustancias teratogénicas.
En muchos casos, si un embarazo de riesgo mantiene un exhaustivo control y seguimiento el feto puede nacer sin presentar grandes complicaciones para sí mismo ni para la madre. Mantener revisiones muy frecuentes y cuidados de la madre es fundamental durante un embarazo de alto riesgo.
El láser es una luz muy intensa, que puede generar efectos muy definidos cuando reacciona con algún punto en el entorno. Convierte la energía eléctrica en fuentes de alto rendimiento en labores muy específicas. Por ello, en medicina se ha aplicado desde prácticamente los inicios de su invención y su futuro es muy prometedor en todas las áreas de diagnóstico y terapéuticas
Se recurre al láser para buscar la interacción de este tipo de luz con el tejido, transmitiéndole calor y un efecto fototérmico. En el caso de la depilación, por ejemplo, el calor provoca la destrucción del folículo piloso.
La luz utilizada en medicina es monocromática, unidireccional y de alta brillantez, hecho que la hace diferente.
Existen diferentes tipos de láser, diferenciándose sobre todo en el medio en el que se genera la emisión:
Cada uno emite una determinada longitud de onda, que influye en la penetración del láser y, en consecuencia, en la selectividad por una determinada diana (melanina, hemoglobina y agua).
Es importante aplicar sistemas de enfriamiento (aire frío, geles, etc.) para proteger la piel de posibles quemaduras.
No hay indicaciones concretas.
El Dr. Delgado es un reputado especialista en Ginecología y Obstetricia. Cuenta con 9 años de experiencia como subespecialista en Medicina Fetal y una extensa formación en distintos campos de la especialidad, siendo un gran experto en diagnóstico prenatal y alto riesgo obstétrico. En este sentido, está especializado en las siguientes técnicas: cirugía endoscópica ginecológica avanzada, histeroscopia y cirugía laparoscópica, amniocentesis diagnóstica y biopsia de corion, ecografía ginecológica III nivel, 4D y 5D, ecocardiografía fetal avanzada, neurosonografía fetal avanzada, doppler y ecografía cervical, cirugía de suelo pélvico, cirugía cosmética vulvo vaginal y técnicas de ginecoestética con ácido hialurónico y láser. A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con la docencia, y también desarrolla una importante tarea divulgadora, siendo autor y co-autor de numerosos artículos científicos de la especialidad. Actualmente ejerce en diversos centros de prestigio de Catalunya, entre ellos el Hospital el Pilar y CEMGINE.
La amenorrea es la falta de menstruación en las mujeres en edad fértil. Los períodos de la vida en los que una mujer vive fisiológicamente esta situación son: pubertad, menopausia, embarazo y lactancia.
Fuera de estos períodos, la amenorrea se produce por patologías que afectan al sistema genital u otras enfermedades que alteran las condiciones generales.
La amenorrea se divide en dos tipos:
El pronóstico de la amenorrea secundaria depende de la causa. Puede ser favorable si la enfermedad es curable; si es una afección particularmente grave (cáncer de útero) o que no es fácilmente curable, puede tener un pronóstico desfavorable.
Entre los síntomas que pueden presentarse en situaciones de amenorrea, dependiendo de la causa, se incluyen: dolores de cabeza, alteraciones visuales, hirsutismo (crecimiento excesivo de vello facial), acné, dolor pélvico, sequedad vaginal, pérdida de cabello, galactorrea (pérdida anormal de leche del seno), sofocos y sudores nocturnos, alteraciones del sueño, aumento o disminución del peso corporal.
Con el fin de establecer un diagnóstico para entender las causas de la aparición de la amenorrea, se deben realizar las siguientes pruebas: análisis de los síntomas percibidos por la paciente, exploración pélvica, exploración de las mamas y los genitales, prueba de embarazo (para saber si estamos ante la presencia de un embarazo), comprobación de los niveles hormonales de FSH, LH, TSH y prolactina en la sangre, ecografía pélvica (para descartar la presencia de anomalías anatómicas), TAC y/o resonancia magnética nuclear de la cabeza (para descartar tumores de hipotálamo o hipófisis), histeroscopia y/o histerosalpingografía (si la exploración pélvica y la ecografía pélvica no han producido resultados satisfactorios).
Las afecciones que pueden determinar la aparición de la amenorrea son muchas y pueden depender de:
La amenorrea solo se puede prevenir si se controlan y evitan los factores desencadenantes: anorexia nerviosa, actividad física excesiva, malnutrición, estrés, obesidad.
Los tratamientos utilizados en situaciones de amenorrea favorecida por causas controlables son:
El especialista de confianza en el proceso de diagnóstico de la amenorrea es el experto en Ginecología, que realizará todas las pruebas para confirmar o no la enfermedad y prescribir el mejor tratamiento posible.
El anillo anticonceptivo, conocido también como anillo vaginal, es un método anticonceptivo que permite controlar la natalidad. Contiene formas artificiales de las hormonas que normalmente se producen en los ovarios de la mujer: estrógeno y progestágeno. Éstas impiden que el ovario libere un óvulo durante su ciclo menstrual. El progestágeno, además, ayuda a evitar que los espermatozoides entren en el útero, haciendo que la mucosidad que existe en el cuello del útero se vuelva espesa.
Se utiliza para prevenir embarazos no deseados, ya que funciona mejor que las píldoras anticonceptivas.
Se trata de un anillo flexible de unos cinco centímetros de diámetro que la misma mujer coloca dentro de su vagina. Es un anticonceptivo mensual que tiene que permanecer en la vagina durante tres semanas. Después, se retira una semana, coincidiendo con el período menstrual.
Una vez insertado dentro de la vagina libera progestágeno y estrógeno para evitar el embarazo.
Al igual que otros métodos hormonales, se requiere prescripción médica para iniciar su tratamiento.
Hay que tener en cuenta que el anillo anticonceptivo puede producir efectos secundarios como náuseas, sensibilidad en las mamas, vaginitis o sangrado intermenstrual.
Se conoce por cáncer ginecológico a cualquier cáncer que tenga lugar en los órganos del aparato reproductor femenino, ubicado en la zona pélvica debajo del estómago y entre las caderas. Los cánceres se diferencian en función el área del cuerpo en el que se generen. Dentro del cáncer ginecológico, podemos diferenciar cinco tipos:
Cada tipo de cáncer ginecológico presenta signos, síntomas y factores de riesgos diferentes:
Al igual que con los síntomas y los factores de riesgo, cada tipo de cáncer ginecológico tiene una estrategia de prevención distinta. Los siguientes aspectos pueden ayudar a reducir la probabilidad de padecer algunos de los cánceres ginecológicos existentes.
Si se detecta en sus etapas iniciales, sus posibilidades de tratamiento son muy altas y está asociado a una larga supervivencia y buena calidad de vida. Los tratamientos consisten en cirugía, quimioterapia y radioterapia, en función de la paciente y del estadio del cáncer.
La candidiasis es una infección causada por el hongo cándida, el más común es el cándida albicans. Éste se encuentra en pequeña cantidad en la vagina, la boca, el tubo digestivo y en la piel, muchas veces sin ocasionar infección. Sin embargo, la cantidad de Cándida albicans puede aumentar llevando a que se presente una candidiasis.
La mayoría de las mujeres tienen una candidiasis vaginal a lo largo de su vida. No se contagia a través del contacto sexual, pero algunos hombres pueden presentar una erupción en el pene después de tener contacto sexual.
Los principales síntomas de la candidiasis vaginal son:
Las causas de la candidiasis son:
Bajo el término cirugía endoscópica, se agrupan varias técnicas de observación directa del interior de un órgano o cavidad mediante un instrumento óptico (un tubo con iluminación conectado a una cámara de vídeo y a un monitor de televisión) que se introduce a través de orificios naturales del cuerpo humano o de la pared abdominal, como pueden ser la histeroscopia y la laparoscopia.
Se trata de una cirugía mínimamente invasiva que ha supuesto un avance respecto a las intervenciones abiertas tradicionales, ya que es una técnica mucho más fiable y precisa, se presentan menos traumas posteriores y además los resultados estéticos son mejores. Normalmente se realiza bajo anestesia general.
La endoscopia es una técnica que puede utilizarse tanto para el diagnóstico y observación como el tratamiento y cirugía. Concretamente la cirugía endoscópica se utiliza en diversos campos de la Medicina: es muy habitual la cirugía endoscópica en Ginecología, llamada Histeroscopia, para tratar las patologías del útero, como quistes, endometriosis, miomas o incluso para realizar una ligadura de trompas, estudiar la infertilidad, o una histerectomía o extirpación del útero. Por otra parte, es también frecuente tratar estas patologías mediante laparoscopia, que se diferencia en que aborda la cirugía desde un orificio en la cavidad abdominal.
También se utiliza en otros campos, como la Otorrinolaringología, donde es muy común la cirugía endoscópica nasosinual para tratar lesiones o problemas dentro de la nariz que impidan respirar con normalidad, afecten al olfato o provoquen dolores de cara y cabeza. O por otra parte, en Cirugía General y del Aparato Digestivo puede emplearse la técnica de endoscopia o laparoscopia en la cirugía de la obesidad. También puede realizarse una endoscopia de urgencia, como sucede en el campo de la Neurocirugía para tratar una hemorragia cerebral o accidente cerebrovascular (Ictus).
La cirugía endoscópica consiste en la introducción de un endoscopio, que es un instrumento óptico en forma de tubo con una cámara de vídeo e iluminación en el extremo, a través de alguno de los orificios naturales del cuerpo o a través de una incisión, para que así el especialista cirujano pueda observar a través de un monitor de televisión el órgano o zona a tratar. Además, a través del endoscopio pueden introducirse distintas herramientas para realizar la cirugía.
Antes de la cirugía, el paciente deberá informar a su médico acerca de su estado de salud y medicación que está tomando, así como se observar´su historial médico y se someterá a diversas pruebas para valorar si puede someterse a la operación. Por lo general, estas pruebas diagnósticas previas incluirán los análisis clínicos, aunque en función de la cirugía y las características del paciente, el especialista puede requerir más pruebas concretas.
Como la cirugía endoscópica se realiza bajo anestesia general, también suele requerirse al paciente un ayuno de 8 horas previas a la intervención.
La principal ventaja de la cirugía endoscópica es que al ser menos invasiva que otras técnicas quirúrgicas, permite un postoperatorio mucho más corto. Así, el paciente permanecerá hospitalizado pocas horas, pudiendo incluso volver a casa el mismo día de la intervención. En líneas generales, podrá reincorporarse a su actividad habitual a las 48-72 horas tras la intervención.
Las molestias del postoperatorio también son menores, de manera que el paciente no requiere reposo absoluto y puede desarrollar su vida con normalidad.
La alternativa a la cirugía endoscópica es la cirugía abierta convencional. Esta otra técnica no es un avance, sino que se trata de una técnica anterior, que supone mayor riesgo de complicaciones, un postoperatorio más largo y complicado, así como cicatrices más grandes y visibles.
Por otra parte, un avance en las técnicas de cirugía mínimamente invasiva como la cirugía endoscópica es la cirugía robótica, que consiste en estas técnicas llevadas a cabo por el especialista cirujano a través de un sistema robótico de alta precisión que permite una visión mejorada del área a tratar y movimientos con las herramientas quirúrgicas que serían imposibles de realizar por un humano, sin la ayuda del sistema robótico.
La cirugía reconstructiva de suelo pélvico es una intervención quirúrgica orientada a la recolocación de los órganos internos del aparato genital femenino.
La cirugía reconstructiva de suelo pélvico tiene como objetivo el posicionamiento de las estructuras pélvicas, de forma que se corrija la incontinencia urinaria y/o fecal, las patologías pélvicas y los síntomas pélvicos, además de proteger la función sexual.
La cirugía de reconstrucción de suelo pélvico se realiza para sujetar los órganos internos de la pelvis femenina: útero, vejiga y recto. Este procedimiento se realiza con una malla de polipropileno, de forma que se corrijan los problemas genitales. Puede ejecutarse de diferentes maneras: vía vaginal, abdominal, laparoscópica (mínimamente invasiva) o combinando las anteriores. La forma más habitual de hacerla es mediante la vía vaginal.
La mejor opción para la paciente antes de enfrentarse a una cirugía de suelo pélvico es someterse a un tratamiento de fisioterapia vaginal, de forma que fortalezca la musculatura de la zona para la intervención. Cuidados tras la intervención Al tratarse de una cirugía mínimamente invasiva, la recuperación es más rápida y mejor con menos tiempo en quirófano. Las pacientes pueden volver a su vida cotidiana una semana después de haberse sometido a la operación.
¿Qué es la cistitis?
La cistitis es la inflamación de la vejiga urinaria. Puede ser con infección o sin ella.
¿Qué síntomas presenta la cistitis?
Sus principales síntomas son la sensación de ardor al orinar, una necesidad fuerte de orinar, la sangre en la orina y el malestar en el área pélvica.
¿Cuáles son las causas de la cistitis?
La cistitis tiene mayor incidencia en las mujeres, puesto que tienen la uretra más corta y está más cerca del ano. Además, las mujeres son más propensas después de tener relaciones sexuales o de usar un diafragma para el control de la natalidad, o durante la menopausia. Otros factores de riesgo de la cistitis son la diabetes, tener la próstata agrandada o la uretra estrecha, embarazo, permanecer quieto demasiado tiempo, entre otros.
¿Se puede prevenir la cistitis?
Los principales consejos para evitar la cistitis son:
¿En qué consiste el tratamiento de la cistitis?
La cistitis causada por una infección bacteriana se suele tratar con antibióticos. El tratamiento suele durar tres días en mujeres y entre siete y catorce en hombres. También se pueden prescribir fármacos para aliviar la urgencia y el dolor al orinar. Esto debe ir complementado con la ingesta abundante de agua. Otras medidas son el cambio de dieta o la terapia física.
Los condilomas son verrugas genitales y son de los tipos más comunes de infecciones de transmisión sexual. De hecho, al menos la mitad de las personas sexualmente activas podrán infectarse con el virus que causa las verrugas genitales a lo largo de sus vidas.
Las verrugas genitales afectan a los tejidos húmedos de la zona genital. Pueden ser pequeñas protuberancias del color de la piel o tener tamaño superior, similar a una coliflor.
En los hombres, las verrugas genitales pueden aparecer en la punta o cuerpo del pene, en el año o en el escroto. En las mujeres, en cambio, pueden aparecer en la vulva y el área perineal, y extenderse hacia la vagina y cuello uterino. No obstante, también pueden salir en la garganta y boca de una persona que ha mantenido sexo oral con una persona infectada.
Aunque la mayoría de verrugas genitales o condiloma son indoloras y no causas síntomas, sí pueden causar algunos que ayudan al paciente a percatarse de su presencia:
Las verrugas genitales son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), ya que algunas cepas de este virus pueden causar verrugas genitales, mientras que otras pueden causar cáncer. Exactamente existen más de 40 cepas de VPH que influyen en la zona genital. Cualquier VPH genital se transmite por contacto sexual, aunque, en la mayoría de los casos, el sistema inmunitario mata el VPH genital, sin desarrollarse síntomas de la infección.
La mejor forma de prevenir el contagio de VPH y evitar, por tanto, el condiloma, es practicar sexo seguro, utilizando preservativo de látex durante las relaciones, así como evitar el contacto sexual con personas infectadas. No obstante, a veces el uso del preservativo no evita la propagación del condiloma, porque las verrugas pueden aparecer en áreas no protegidas alrededor de los genitales.
También existe una vacuna para el condiloma acuminado, que se utiliza como medida de prevención en jóvenes recién entradas en la pubertad. Esta vacuna, además, ayuda a evitar el cáncer de cuello de útero.
Asimismo, existe una vacuna llamada Gardasil que protege de las cepas del VPH que causan las verrugas genitales, protegiendo también de las cepas que suelen causar cáncer cervical. Se recomienda la vacunación en niñas y niños de 11 y 12 años, antes de que las personas sean sexualmente activas.
Existen diversos tratamientos para el condiloma, centrándose, muchos de ellos, en eliminar las verrugas mediante distintas técnicas: crioterapia, electricidad o escalpelo.
Algunos médicos también recomendarán antivirales o medicamentos para fortalecer el sistema inmunológico y su respuesta. Si las verrugas no molestan ni pican puede no necesitar tratamiento, pero si ocurre lo contrario el médico podrá recomendar incluso cirugía.
El diagnóstico prenatal es el conjunto de pruebas que se realizan durante el embarazo y permiten conocer la adecuada formación y desarrollo del feto. Existen diferentes técnicas tanto invasivas como no invasivas. Algunas de las pruebas que lo componen son comunes en todas las mujeres, mientras que otras se realizan en función del estado y desarrollo de la madre y el feto.
En el diagnóstico prenatal, el especialista ginecólogo realizará diversas preguntas a la madre y revisará su historial clínico y antecedentes familiares que puedan influir en su estado de salud durante el embarazo. Para controlar la salud y evolución de la madre y el feto, se realizarán distintos análisis clínicos y pruebas diagnósticas de imagen. Las principales pruebas son:
- Test de ADN fetal en sangre materna. A partir de la semana 10 se puede conocer el riesgo de padecer síndrome de Down u otras anomalías relacionados con los cromosomas.
- Ecografía. Se realizan varias a lo largo del embarazo. A los tres meses permite detectar algunas imágenes de marcadores de cromosomopatías y en el segundo se pueden diagnosticar posibles malformaciones.
- Amniocentesis. Obtener líquido amniótico que rodea al feto para detectar alteraciones cromosómicas.
El objetivo del diagnóstico prenatal es conocer el estado de evolución y desarrollo del feto, así como detectar y prevenir posibles enfermedades y deformaciones. Gracias a los exámenes del diagnóstico prenatal los padres pueden anticipar cual va a ser el estado de salud de su bebé antes de su nacimiento.
La preparación variará en función de las pruebas que se realicen en el embarazo. Por ejemplo, para la amniocentesis es necesario tener la vejiga llena, y en los análisis clínicos acudir en ayunas. El especialista en Ginecología y Obstetricia se encargará de explicar las instrucciones para cada prueba a la mujer embarazada.
La mayoría de pruebas a realizar durante el diagnóstico prenatal son pruebas de imagen como la ecografía, y resultan indoloras. Las pruebas están pensadas para no ocasionar efectos secundarios ni molestias en la madre. Además, se trata de una serie de procedimientos que permiten a los padres conocer a fondo el proceso de crecimiento de su futuro bebé.
Si alguna de las pruebas del diagnóstico prenatal aporta resultados anormales, puede deberse a que el feto no se está desarrollando correctamente y puede presentar alguna enfermedad o deformidad. En caso de que alguna prueba denote riesgo de anomalía, se realizarán más pruebas para descartar o confirmar el problema y prevenirlo.
DIU
Tipo: Tratamiento
¿Qué es el DIU?
Un dispositivo intrauterino, más comúnmente conocido como DIU, es un método anticonceptivo. Se trata de un pequeño dispositivo de plástico que tiene forma de T y que se inserta en el útero.
¿Por qué se realiza?
Es un método anticonceptivo de alta eficacia. Una vez que se implanta, no es necesario cambiarlo hasta pasados cinco años. No es necesario hacer ningún periodo de descanso y una vez es retirado, existe la posibilidad de embarazo de forma inmediata.
¿En qué consiste?
El ginecólogo inserta un tubo de plástico que contiene el DIU a través de la vagina y del útero. Una vez es depositado el DIU en el útero, el especialista extrae el tubo dejando dos pequeños cordones que cuelgan dentro de la vagina. El objetivo de los cordones es comprobar que el DIU se encuentra en el lugar indicado además de ayudar a extraerlo cuando sea el momento.
Lo que hace el DIU es evitar que el esperma penetre dentro del óvulo, cambiando el tejido de revestimiento del útero.
Preparación para el DIU
Antes de ponerse un DIU es importante considerar el por qué. Los DIU suelen utilizarse cuando se desean evitar los riesgos de las hormonas anticonceptivas, cuando éstas no se pueden utilizar o bien cuando el flujo menstrual es abundante.
Cuidados tras la implantación
El día que se acude a consulta para insertarse el DIU, es aconsejable ir acompañada para que después le lleven a casa. Algunas mujeres pueden presentar cólicos leves, dolor de espalda en la zona lumbar y manchado durante un par de días.
Durante los primeros siete días se pueden mantener relaciones sexuales pero se debe utilizar un método anticonceptivo para prevenir el embarazo. A las cuatro o seis semanas se realiza una revisión ginecológica para comprobar que el DIU está colocado correctamente.
Si el DIU se sale de su lugar parcial o completamente, es importante no intentar extraerlo.
El dolor pélvico se caracteriza por ser un dolor que se produce en la parte baja del abdomen tanto de forma constante como intermitente. Puede ser constante o aparecer y desaparecer. Si el dolor es fuerte puede afectar en las actividades cotidianas de la paciente. El dolor de pelvis en las mujeres se puede presentar durante el período menstrual o durante las relaciones sexuales.
Los principales síntomas del dolor pélvico son:
El dolor pélvico puede ser un signo de alarma de que existe algún problema en los órganos de la zona pélvica, como por ejemplo en el útero, los ovarios, las trompas de Falopio o la vagina. La causa del dolor es un problema de salud, entre los que destacan:
Una mujer puede tener más de una causa al mismo tiempo por la que padezca dolor pélvico.
Para descubrir la causa del dolor que padece la paciente, deben realizarse varias pruebas clínicas. El tratamiento del dolor pélvico dependerá de los resultados. Las mujeres también pueden padecer una infección del revestimiento del útero, de las trompas de Falopio o de los ovarios llamada enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que viene provocada por las bacterias que causan clamidia y gonorrea.
En general, el tratamiento suele ser farmacológico. En algunos casos, es necesario realizar un tratamiento quirúrgico.
La ecografía es un procedimiento de diagnóstico de imagen que permite ver órganos y estructuras blandas dentro del cuerpo. En la actualidad pueden ser imágenes bidimensionales, tridimensionales o en 4 dimensiones. La ecografía es una técnica no invasiva, en la que no se emplea radiación y gracias a esto se utiliza para visualizar fetos que se están formando.
Se realiza mediante ondas sonoras de alta frecuencia emitidas a través de un transductor que capta el eco de diferentes amplitudes y que se produce al rebotar en los órganos. Estas señales, una vez procesadas por un ordenador, dan una serie de imágenes de los tejidos examinados.
Con este procedimiento se puede diferenciar con claridad la forma y tamaño de cada estructura del interior del cuerpo. En medicina se utiliza para ver el corazón, los riñones, el hígado y los vasos sanguíneos, entre otros órganos. Además, también se llevará a cabo en pacientes que posiblemente estén embarazadas. Otra de las funciones es el estudio de distintos tejidos del cuerpo como el flujo sanguíneo de arterias y venas para detectar arterioesclerosis y coágulos, analizar la glándula tiroides y otras estructuras blandas del cuello; de tendones, ligamentos, músculos y estructuras de las articulaciones; glándulas mamarias y para el estudio pélvico.
Habitualmente no se precisa de ningún tipo de requisito para la realización de una ecografía. En los casos en que la zona a examinar sea la zona del vientre o la pelvis, el especialista le indicará tomar tres vasos de agua, aproximadamente, una hora antes de la prueba.
Durante el transcurso de la ecografía, el paciente estará acostado en una mesa o camilla y con la zona a analizar al aire libre. El especialista aplicará sobre la zona del cuerpo a visualizar un gel transparente que permitirá el desplazamiento del rodillo incorporado en el transductor. Gracias a las ondas que se reflejarán en pantalla, el experto interpretará la imagen y determinará qué tomas son las correctas según cada caso.
La única molestia leve que se puede sentir es la opresión suave que el especialista aplique al pasar el transductor sobre la zona del cuerpo.
Los casos en que los resultados se reflejen como anormales pueden tener como causas anomalías congénitas o una alteración de la parte blanda debido a un traumatismo o la formación de materia blanda producida por el propio cuerpo como puede ser un quiste.
La ecografía en 5D en el embarazo, introducida a principios de 2015, le permite ver a su hijo en el útero en cinco dimensiones. Gracias a los desarrollos tecnológicos en este campo, se pueden realizar ecografías de gran nitidez. En comparación con la ecografía bidimensional inicial, la de 3D que permite ver la profundidad de la estructura anatómica del feto y la de 4D que permite observar los movimientos fetales, la ecografía en 5D permite captar vídeos extremadamente realistas en tiempo real, con una vista detallada de las características del feto a través de imágenes que incluso pueden mostrar las tonalidades y matices de la piel.
La ecografía 5D es el último paso en la tecnología de diagnóstico y se basa en un tipo de ecografía que permite capturar imágenes tridimensionales en tiempo real del feto en el útero de la madre. Utilizando gafas interactivas, se puede ver un vídeo del bebé en 3D como si se materializase en ese momento.
La ecografía 5D se utiliza para obtener información precisa sobre las características del feto, como el diagnóstico de enfermedades que se sospecha pueda tener o malformaciones cerebrales, de la cara y las extremidades inferiores o superiores. El mejor momento para realizar la ecografía en 5D es entre la semana 23 y la semana 29.
Una ecografía es un tipo de exploración realizada por un ecografista que emplea ondas de sonido de alta frecuencia para crear una imagen del interior de tu cuerpo. Una ecografía transvaginal examina en concreto los órganos reproductivos femeninos, como el útero, el cuello uterino y la vagina, introduciendo el aparato a través de la vagina.
Una ecografía transvaginal es un examen interno. Muchas personas están familiarizadas con el uso de las ecografías, que consisten en pasar un transductor sobre el estómago para poder ver el interior del útero. En una ecografía transvaginal, el transductor se introduce suavemente a través de la vagina.
Te indicarán que te acuestes de lado o boca arriba con las rodillas flexionadas y preparadas para el procedimiento, y es posible que tengas que usar una bata de hospital. Podrás ver las imágenes en tiempo real en un monitor, pero el ecografista también realizará algunas imágenes fijas para analizarlas más adelante. El examen puede durar aproximadamente de 15 a 30 minutos.
La ecografía transvaginal es un procedimiento seguro y no produce efectos secundarios.
Durante el embarazo, una ecografía transvaginal puede realizarse para:
También se puede solicitar una ecografía transvaginal si presentas:
No se requiere realizar ningún tipo de preparación para poder llevar a cabo una ecografía transvaginal. El único requerimiento es orinar antes de empezar la ecografía.
El procedimiento no causa dolor, pero puede ser un poco incómodo a medida que el transductor se va moviendo. El transductor es mucho más delgado que los utilizados en exámenes de ultrasonido externos. Tiene aproximadamente el tamaño de un dedo y está cubierto con un condón y gel lubricante. Puedes introducírtelo a ti misma si lo prefieres. Después del examen, podrás irte a casa de inmediato.
Si se encuentra un crecimiento anormal dentro de los ovarios o en el útero, podría ser el resultado de varias cosas. Por ejemplo, los fibromas o miomas uterinos, que son un tipo de tumor benigno que pueden causar dolor abdominal y son extremadamente comunes. Los quistes ováricos también son comunes, y la mayoría desaparecen sin ningún tipo de tratamiento. En algunos casos, sin embargo, un tumor puede indicar cáncer de ovario.
Otros problemas que se pueden detectar mediante una ecografía transvaginal son el embarazo ectópico y tener una placenta previa o baja, que puede no necesitar tratamiento.
Los resultados de la exploración deben estar disponibles en 1 a 2 semanas, y podrás analizarlo con el médico que solicitó realizar la exploración. Si se localiza un tumor en los ovarios, es probable que el médico ordene realizar una biopsia para averiguar qué tipo de tumor es.
El embarazo es el estado fisiológico de una mujer que comienza con la concepción del feto y continúa con su desarrollo hasta el momento del parto. Este período se divide en semanas (40) y dura más o menos 280 días: en condiciones especiales, el parto puede tener lugar antes del término previsto (parto prematuro) o después de dicho término.
Para que se produzca la concepción, el líquido seminal masculino debe introducirse en el tracto reproductivo de la mujer: los espermatozoides que contiene este líquido pasan a través del canal del cuello uterino hasta llegar a las trompas de Falopio. El óvulo femenino liberado desde el ovario se encuentra en las trompas de Falopio y una vez fecundado por el espermatozoide, experimenta una serie de divisiones celulares a medida que se desplaza hacia el útero, donde se adhiere y penetra en su pared (endometrio). A partir de este momento, comienza el desarrollo del feto. El momento de máxima fertilidad femenina es la ovulación, cuando el óvulo femenino se desplaza hacia las trompas de Falopio: tiene una duración máxima de seis días, y se denomina «ventana fértil».
Normalmente, el período de gestación es de 40 semanas, durante las cuales se desarrolla el feto. Las primeras ocho semanas son muy importantes, ya que el embrión forma los órganos principales: la madre puede experimentar síntomas como náuseas, irritabilidad, cansancio y agrandamiento de las mamas. Entre la semana 8 y la 13 comienza a cambiar el cuerpo de la futura madre y se diferencian los órganos sexuales del feto, cuyas cuerdas vocales también se formarán. En este punto, termina el período más crítico del embarazo, en el que hay un alto riesgo de aborto y daños al feto: así es como comienza el segundo trimestre de gestación. De la semana 13 a la 17 disminuirá la fatiga y las náuseas tenderán a desaparecer, mientras el feto está completamente formado. De la semana 17 a la 21 la madre comenzará a sentir los primeros movimientos del bebé: entre la semana 21 y la 26 el vientre empezará a ser bastante grande y podrá sentir las primeras contracciones uterinas. En este mes el bebé duplicará su peso, comenzará a abrir y a cerrar los párpados y empezará a hacer pequeños movimientos respiratorios. A partir de la semana 26 comienza el último trimestre del embarazo: el bebé crecerá más y más y entre la semana 30 y la 35 el bebé comenzará a posicionarse lentamente en preparación para el parto: la madre comenzará a sentir dolor en la espalda y el abdomen, así como contracciones uterinas más frecuentes. En el último mes de gestación (semanas 35-40) el feto alcanzará el desarrollo completo y por lo general se colocará en posición invertida, con la cabeza encauzada hacia la cavidad pélvica.
El parto, o el momento en que el niño es expulsado del cuerpo de la madre, puede tener lugar de diferentes maneras:
El embarazo es un momento delicado tanto para el bebé como para la futura madre, por lo que se necesita apoyo para acompañar a ambos a lo largo de este camino. Por ello, es muy importante consultar a los especialistas en Ginecología y Obstetricia, que explicarán detalladamente las etapas de la gestación, los riesgos, los síntomas y las pruebas que deben realizarse, para que tanto la madre y como el niño gocen de una salud excelente.
Un embarazo de riesgo es aquel que presenta complicaciones o factores asociados que pueden perjudicar la salud de la madre y del feto. Actualmente se cuantifica que un 10% aproximadamente de los embarazos se considera de alto riesgo.
El embarazo transcurre de forma diferente en cada mujer, pero existen algunos signos de alarma para acudir de inmediato al médico:
Principales factores que pueden influir en un embarazo de riesgo:
La edad de la madre: Las madres mayores de 35 años pueden presentar síntomas de embarazo de riesgo como fibromas, aumento de la presión arterial, aumenta que el niño nazca con una enfermedad de los cromosomas o puede desarrollar problemas con la anestesia. Cuando la madre es menor de 15 años también es peligroso, pues aumentan las posibilidades de padecer preeclampsia.
El peso de la madre: Si la madre pesa menos de 45 kg puede que el bebé nazca con bajo peso. En caso de que la madre padezca obesidad puede desarrollar diabetes gestacional, y si mide menos de 1,60 m y tiene la pelvis pequeña, aumentan las probabilidades de parto prematuro.
Anomalías del aparato genital: los problemas en el útero o los ovarios pueden provocar ovarios, por ejemplo los fibromas pueden causar complicaciones en el parte, presentación anormal del feto, partos prematuros o incluso abortos.
Salud de la madre: las enfermedades de la madre pueden causar abortos, como son la hipertensión arterial, cardiopatías, enfermedades de tiroides, diabetes, enfermedades renales, enfermedades respiratorias, problemas de coagulación, etc.
Sustancias teratogénicas: se denominan teratogénicos a los elementos que interfieren en el desarrollo del feto y provocan anomalías, como algunos fármacos, el alcohol, la cocaína o las radiaciones por rayos X, rayos UVA o rayos UVB.
Durante el embarazo siempre se intenta evitar en la medida de lo posible los factores que pueden provocar complicaciones en el feto. Así, conviene llevar un correcto control ginecológico del desarrollo del embarazo para detectar a tiempo cualquier anomalía, así como evitar enfermedades y la exposición a sustancias teratogénicas.
En muchos casos, si un embarazo de riesgo mantiene un exhaustivo control y seguimiento el feto puede nacer sin presentar grandes complicaciones para sí mismo ni para la madre. Mantener revisiones muy frecuentes y cuidados de la madre es fundamental durante un embarazo de alto riesgo.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un conjunto de enfermedades infecciosas que se transmiten de una persona a otra a través del contacto sexual. Se conocen más de 20 tipos de enfermedades de transmisión sexual, entre las cuales destacan clamidiasis, linfogranuloma, gonorrea, herpes genital, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), verrugas genitales, sífilis y tricomoniasis.
Aunque la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual afectan tanto a hombres como a mujeres, las mujeres presentan los problemas de salud más graves.
Las enfermedades de transmisión sexual pueden causar síntomas, aunque no siempre. En algunos pacientes pueden aparecer granitos, lesiones en la piel, picazón, dolor o ardor al orinar. También pueden presentar fiebre o malestar general como cuando se tiene la gripe.
Las causas de las enfermedades de transmisión sexual son bacterias, parásitos, hongos y virus.
La prevención puede disminuir el riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual. El uso del preservativo durante las relaciones sexuales es imprescindible. Aunque su eficacia no es total, roza casi el 100% de la prevención de determinadas infecciones y enfermedades como el Sida. Las relaciones monógamas minimizan el riesgo de padecer alguna de estas enfermedades, ya que se limita el número de parejas.
Los exámenes físicos así como los análisis regulares permiten detectar y tratar a tiempo estas patologías.
No todas las enfermedades de transmisión sexual pueden curarse. Las que están causadas por bacterias, como la clamidiasis, se combaten con antibióticos. Sin embargo, las que están causadas por un virus, como el herpes genital, el tratamiento se limita a paliar los síntomas.
La histeroscopia quirúrgica es un procedimiento clínico mediante el cual el especialista puede visualizar el cuello uterino, su interior y las aberturas de las trompas de Falopio con el fin de estudiar las funciones y la forma del endometrio. Existen dos tipos:
La histeroscopia quirúrgica se realiza en los siguientes casos:
La paciente se tumba y se coloca en posición de examen ginecológico. Se coloca en la vagina un instrumento que la ensanche y se limpia la misma y el interior del útero con una solución de yodo. Después, se sujeta el cuello uterino con un pinzamiento. El especialista adapta el histeroscopio en función del tamaño del canal y lo va introduciendo lentamente. El histeroscopio es un tubo con iluminación conectado a una cámara de vídeo y un monitor de televisión. En ocasiones se puede poner gas o líquido dentro del útero para que se expanda y se pueda ver mejor el interior de la cavidad uterina. Si es necesario, se puede administrar anestesia local en el cuello del útero. Para extraer crecimientos anormales o tejido con el fin de analizarlo, se pueden colocar herramientas en el histeroscopio.
Antes de la histeroscopia quirúrgica, el especialista podría recetar a la paciente un medicamento que abra el cuello uterino, y deberá ser ingerido entre 8 y 12 horas antes de la intervención. Es importante que la paciente informe a su médico sobre los medicamentos que esté tomando, incluidos vitaminas, hierbas y suplementos alimenticios, si tiene problemas de salud, si está embarazada y si fuma. En el día de la histeroscopia quirúrgica, el paciente no deberá comer ni beber nada en las horas previas al procedimiento, y se tomará la medicación indicada con un buche de agua.
La paciente puede volver a casa el mismo día del procedimiento, ya que son pocos los casos en los que es necesario el ingreso. Lo más importante es que la paciente no mantenga relaciones sexuales hasta que el especialista le informe de que se encuentra bien para hacerlo. También, hay posibilidad de que la paciente padezca cólicos similares a los del periodo menstrual y un ligero sangrado vaginal durante un par de días. Para los cólicos, puede preguntar al especialista si es posible ingerir analgésicos. Durante las próximas semanas, es posible que la paciente tenga secreciones acuosas, pero esta podrá volver a la vida cotidiana pasados dos de días desde la operación.
La incontinencia urinaria es la incapacidad para controlar la vejiga, es decir, que no siempre se puede retener la orina. Puede afectar a cualquier persona, pero normalmente suele ocurrir a partir de los 50 años. Las mujeres la experimentan el doble en comparación con los hombres.
Los síntomas pueden variar desde una filtración de orina leve hasta la salida abundante e incontrolable de esta.
La mayoría de problemas de control se dan porque los músculos que mantienen la vejiga están demasiado débiles o demasiado activos. Si están debilitados, se pierden pequeñas cantidades de orina al llevar a cabo acciones como reír o toser, lo cual se conoce como incontinencia por estrés. Por el contrario, si están demasiado activos se puede llegar a tener una necesidad imperiosa de ir al baño, aún teniendo poca orina en la vejiga (incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva). Otras causas pueden ser problemas con la próstata y lesiones neurológicas.
La incontinencia urinaria es un problema que se puede prevenir o, sino prevenir, al menos retrasar su aparición. Practicar ejercicios de Kegel, evitar la obesidad, disminuir la ingesta de bebidas azucaradas a partir de la media tarde y no empujar al orinar son acciones que pueden ayudar a prevenir esta patología. Además, conviene reducir el consumo de sustancias que estimulen la vejiga en exceso, como la cafeína, el alcohol y determinados medicamentos como los diuréticos.
El tratamiento de la incontinencia urinaria depende de la causa y del tipo, pero a grandes rasgos suele incluir ejercicios simples, medicamentos y dispositivos especiales. La cirugía también puede resultar útil en algunas ocasiones.
Según la Organización Mundial de la Salud, la infertilidad es una patología del aparato reproductor que hace imposible el embarazo. La infertilidad afecta a la pareja, tanto al hombre como la mujer, que no pueden tener un hijo de forma natural. Hay dos tipos de infertilidad. La infertilidad primaria, que afecta a aquellas parejas que no han conseguido un embarazo tras, al menos, un año de relaciones sexuales sin anticonceptivos, y la infertilidad secundaria, en parejas que se han podido quedar embarazadas y que ahora no pueden.
Los síntomas de la infertilidad pueden variar en hombres y mujeres.
En mujeres, los síntomas pueden estar relacionados con el ciclo menstrual y la ovulación. Pueden ser menstruaciones anormales, con un sangrado más abundante o menor de lo habitual; menstruaciones irregulares, cuando el número de días entre cada menstruación es distinto cada mes; amenorrea, es decir, ausencia de menstruación, y dismenorrea, menstruaciones muy dolorosas. También pueden darse síntomas sin relación con la menstruación, siendo estos la aparición de flujo blanquecino en los pezones (sin tener relación alguna con la lactancia) o dolor al mantener relaciones sexuales.
En hombres, lo síntomas de infertilidad relacionados con el esperma pueden ser la presencia de semen de tonalidad amarilla o verde, manchas rojas o marrones; eyaculaciones muy olorosas, espesas, acuosas o con poca cantidad. También, pueden presenciar síntomas sin relación con el semen como: cambios en el crecimiento del cabello, alteraciones en el deseo sexual, problemas de erección y rigidez en los testículos.
Las causas de la infertilidad comunes entre hombres y mujeres son:
En mujeres, la infertilidad puede surgir a raíz de:
En hombres, las causas de la infertilidad pueden ser:
Por norma general, si la infertilidad es genética o causada por alguna enfermedad, no se puede remediar. Sin embargo, sí hay ciertas cosas que favorecen la infertilidad que pueden ser evitadas:
Los métodos para tratar la infertilidad en hombres y mujeres son la toma de hormonas para equilibrar el desbalance hormonal, el uso de suplementos para mejorar la fertilidad y la toma de antibióticos cuando se padezca infección.
En mujeres, someterse a una cirugía menor que remueva tejidos de bloqueo o la cicatriz de las trompas de Falopio, el útero o el área pélvica también es otra opción.
Si esto no funciona, se puede proceder a las técnicas de reproducción asistida.
El láser es una luz muy intensa, que puede generar efectos muy definidos cuando reacciona con algún punto en el entorno. Convierte la energía eléctrica en fuentes de alto rendimiento en labores muy específicas. Por ello, en medicina se ha aplicado desde prácticamente los inicios de su invención y su futuro es muy prometedor en todas las áreas de diagnóstico y terapéuticas
Se recurre al láser para buscar la interacción de este tipo de luz con el tejido, transmitiéndole calor y un efecto fototérmico. En el caso de la depilación, por ejemplo, el calor provoca la destrucción del folículo piloso.
La luz utilizada en medicina es monocromática, unidireccional y de alta brillantez, hecho que la hace diferente.
Existen diferentes tipos de láser, diferenciándose sobre todo en el medio en el que se genera la emisión:
Cada uno emite una determinada longitud de onda, que influye en la penetración del láser y, en consecuencia, en la selectividad por una determinada diana (melanina, hemoglobina y agua).
Es importante aplicar sistemas de enfriamiento (aire frío, geles, etc.) para proteger la piel de posibles quemaduras.
No hay indicaciones concretas.
La mastitis es una inflamación de las glándulas mamarias provocada, por lo general, por una infección. La mastitis puede recibir otros nombres como ectasia ductal, inflamación periductal o enfermedad de Zuska, esta aparece cuando se produce una obstrucción de los conductos de la leche. Debido a su gran semejanza con los síntomas del cáncer de mama, se deberá descartar uno para realizar un correcto diagnóstico de la mastitis.
Los síntomas habituales de la mastitis son: dolor de senos, hinchazón, tener un área sensible al tacto y enrojecida, ganglios inflamados en las axilas, fiebre, escalofríos y fatiga, entre otros.
Una de las principales causas de la mastitis es la falta de higiene. Sin embargo, a menudo esta patología se produce cuando la mujer está amamantando. Durante la lactancia materna, la piel de los pezones puede fisurarse y dejar que las bacterias que viven sobre la piel penetren en el tejido graso de la mama. La proliferación de bacterias produce un flemón que dificulta que la leche salga por los conductos mamarios.
La lactancia materna ayuda a prevenir la mastitis. Cuando el bebé succiona, los conductos se vacían y se van limpiando de posibles agentes infecciones u obstrucciones que puedan producirse.
Para eliminar la infección, el especialista médico suele prescribir antibióticos y analgésicos para aliviar el dolor. Otras recomendaciones son la aplicación de calor local mediante paños húmedos durante 15-20 minutos cuatro veces al día, extremar la higiene, extraer la leche de la mama, descansar lo suficiente e ingerir muchos líquidos. En cualquier caso, se puede seguir amamantando. Si la mastitis no se trata de manera adecuada y la infección empeora, se puede presentar un absceso. Los abscesos hay que drenarlos, ya sea mediante tratamiento ambulatorio o cirugía.
El ginecólogo es el especialista que trata la mastitis. Desde Top Doctors se puede buscar al mejor especialista según la patología que sufre el paciente. Además el paciente puede encontrar al médico más cercano según su localización y preferencias.
La medicina fetal o medicina materno-fetal (MMF) se enfoca en el cómo solucionar los problemas de salud que la madre y el feto pueden experimentar antes, durante e inmediatamente después del embarazo. La medicina fetal también se conoce como perinatología.
Los especialistas en medicina fetal son obstetras y ginecólogos que posteriormente se capacitan en cómo evaluar y llevar los embarazos de alto riesgo. Estos especialistas tienen un conocimiento avanzado de las complicaciones del embarazo, ya sean médicas, quirúrgicas o genéticas.
Los especialistas en medicina fetal están especializados en embarazos de alto riesgo, lo que significa que cualquier afección o situación que amenace la salud o la vida de la madre o del feto puede tratarse por un especialista en medicina fetal. Algunas de las siguientes afecciones las controlan y se tratan especialistas en medicina fetal:
Si sabes que tienes una afección existente mientras estás tratando de concebir o una vez que estás embarazada, debes hablarlo con tu médico, quien te derivará al especialista correcto. Tu médico también te derivará a un especialista en medicina fetal si lo considera necesario durante el embarazo.
Se denomina menopausia a la desaparición de los períodos menstruales de la mujer de forma permanente, a causa de la detención del ciclo ovárico. A determinada edad de la mujer, la media se encuentra alrededor de los 50 años, los ovarios producen menos cantidad de estrógenos y progesteronas, que son las hormonas femeninas. Tras este proceso la mujer ya no puede quedarse embarazada. En el caso de los hombres este proceso se denomina andropausia, que es la pérdida de potencia sexual debido a los bajos niveles de la hormona de testosterona en el organismo. El proceso de la menopausia puede durar varios años.
La menopausia presenta síntomas como cambios en el ciclo menstrual, insomnio, sequedad vaginal, alteración del estado de ánimo, dificultad para concentrarse, sofocos, aumento de peso, dolor de cabeza y más vello facial, entre otros. Algunos de estos síntomas requieren tratamiento médico. Por ejemplo, la ingesta de hormonas bioidénticas o el seguimiento de una dieta indicada para reducir los molestos síntomas.
La menopausia se produce debido a la poca producción de hormonas femeninas. En algunas ocasiones puede darse menopausia quirúrgica, que es cuando un tratamiento quirúrgico provoca una disminución de estrógenos. Por otro lado, es importante destacar que hay determinados fármacos como los utilizados para la quimioterapia u hormonoterapia para el cáncer de mama que pueden causar menopausia.
La menopausia es una parte del desarrollo natural de la mujer y no se puede prevenir. Lo que sí que se puede hacer es tener en cuenta ciertos cuidados para reducir el riesgo de problemas a largo plazo como la osteoporosis y la cardiopatía. Es importante no fumar, hacer ejercicio de manera regular, ingerir calcio y vitamina D y controlar la presión arterial y el colesterol.
El tratamiento puede consistir en cambio en el estilo de vida o bien hormonoterapia. La aplicación de uno u otro depende de muchos factores como por ejemplo la gravedad de los síntomas, la salud general y las preferencias de la paciente.
Los métodos anticonceptivos impiden o reducen la posibilidad de fecundación de la mujer. Previenen el embarazo y ayudan a planificar el momento óptimo para tener un hijo. Actualmente, existen múltiples tipos de anticonceptivos subministrados por vía oral, intravaginal y transdérmica, inyectable, por implante subcutáneo o físico. Por ejemplo: píldora anticonceptiva, parche, implante, preservativo, vasectomía o DIU.
Respecto a su eficacia, no todos son clasificados de la misma forma. La abstinencia, los parches y el preservativo son los más fiables. Además, la utilización de ciertos métodos anticonceptivos, como el preservativo, puede prevenir la contracción de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Los métodos anticonceptivos se utilizan para evitar embarazos no deseados. Hay parejas que quieren disfrutar del sexo pero no quieren tener hijos. Por ello, es importante utilizar métodos anticonceptivos que ayuden a evitarlos y así poder planificar cuál es el mejor momento para tenerlos.
Entre los diferentes métodos anticonceptivos, los más destacados son:
Algunos métodos anticonceptivos pueden provocar efectos secundarios como cambios de humor, pérdida de libido, aumento de peso y dolores de cabeza. Es importante escoger el más adecuado en cada caso.
Algunas personas son alérgicas al látex, por lo que deben tener cuidado a la hora de escoger un preservativo.
El síndrome del ovario poliquístico, conocido también como ovarios poliquísticos, es una enfermedad que se caracteriza porque la mujer tiene un desequilibrio en los ovarios o glándulas suprarrenales femeninas de tal manera que produce más hormonas masculinas de lo normal. La consecuencia es el desarrollo de quistes (diminutos globos llenos de líquido) en los ovarios. Las mujeres pueden desarrollar el síndrome durante los años de adolescencia o edad reproductiva, siendo más frecuente en mujeres obesas.
Aunque a veces no se experimentan síntomas, es habitual que se den períodos menstruales irregulares, poco frecuentes o bien inexistentes. Otros efectos pueden ser:
La mujer libera un óvulo durante el ciclo menstrual. En el síndrome de ovarios poliquísticos, los óvulos maduros no se liberan, sino que permanecen en los ovarios circundados por una pequeña cantidad de líquido. El síndrome de ovarios poliquísticos esté relacionado con alteraciones en los niveles hormonales. Las hormonas afectadas son:
El síndrome de ovarios poliquísticos no tiene cura. Sin embargo, seguir una dieta adecuada, practicar ejercicio y realizar un tratamiento farmacológico pueden ayudar a controlar los síntomas.
Las píldoras anticonceptivas pueden ayudar a regular el período y reducir los niveles de hormonas masculinas, por eso suelen ser un tratamiento de los ovarios poliquísticos. Cuando los ovarios producen múltiples quistes de pequeño tamaño (no más de 1cm de diámetro), se habla de “síndrome de ovarios micropoliquísticos”, que suele tener los mismos síntomas. Asimismo, el tratamiento de los ovarios micropoliquísticos también puede basarse en la administración de la píldora anticonceptiva.
La planificación familiar hace referencia a tratamientos anticonceptivos y a técnicas de fertilidad. Esta área de la medicina permite organizar el intervalo de tiempo entre los embarazos que se desean tener.
PÓLIPO ENDOMETRIAL
Tipo: Enfermedad
¿Qué es el pólipo endometrial?
El pólipo endometrial es una deformación que se manifiesta en la cavidad uterina. El endometrio es el recubrimiento de la parte interior de la matriz (útero). El crecimiento excesivo del endometrio puede crear pólipos. El pólipo endometrial puede ser de diferente forma y tamaño. Tiene un crecimiento lento pero a veces pueden llegar a ocupar toda la cavidad endometrial.
¿Qué síntomas presenta?
El pólipo endometrial no produce dolor y, generalmente, no causa problemas. Aparece sobre todo en mujeres que se encuentra en la menopausia. Los signos de alarma son:
Causas del pólipo endometrial o por qué se produce
No se conoce la causa exacta de por qué una mujer sufre de pólipo endometrial. Éstos tienden a crecer cuando hay más hormona estrógeno en el cuerpo.
¿Se puede prevenir?
No hay forma de prevenir los pólipos endometriales.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento o cirugía de los pólipos endometriales casi siempre requiere su extirpación. La operación del pólipo endometrial se realiza mediante una histeroscopia.
Bajo el término "preparación al parto” se engloban el conjunto de herramientas que son útiles a los futuros padres a la hora de prepararse para el nacimiento de un bebé desde el inicio del embarazo.
Suelen ser charlas informativas en las que se realiza una introducción al desarrollo del feto y los controles médicos existentes; aspectos psicológicos del embarazo, parto y posparto; el funcionamiento del parto; período de cuarentena tras el parto; la lactancia materna, etc. Aparte, en las clases prácticas de preparación al parto, un instructor especializado enseña a la embarazada posturas corporales y ejercicios que le ayuden a dotar de una mayor elasticidad a las estructuras musculares para facilitar el proceso del parto, así como técnicas de respiración y relajación que le permitirán un mayor autocontrol en el momento de las contracciones del parto.
El embarazo es una etapa de adaptación muy importante en la vida de los padres, quienes deben tomar conciencia de que están gestando una nueva vida y es su responsabilidad cuidar su salud y bienestar, así como estar informados de los cambios que va a experimentar la madre y que el embarazo sea en definitiva una experiencia enriquecedora.
También es útil para que la madre esté mejor preparada para el momento del parto, ya que se trabaja la elasticidad, mejores posturas para el parto y control de las contracciones.
La preparación al parto consiste en una serie de clases o sesiones, tanto teóricas como prácticas, que se imparten en hospitales, organizaciones sociales o educativas o centros de salud, entre otros, que deben ser impartidas por un profesional o un especialista en Ginecología y Obstetricia y a las cuales puede asistir la mujer sola o con un acompañante, que suele ser el padre o madre del futuro bebé. Las sesiones son de entre 1 y 2 horas, suelen comenzar durante el primer trimestre y la duración de todo el curso será de 5 a 8 semanas.
Las sesiones se dividen en teóricas y prácticas:
Las madres deben informarse sobre los distintos cursos de preparación al parto que tienen a su disposición, así como las técnicas que se van a trabajar en los mismos. Existen diversas técnicas en que se basan las clases de preparación al parto. Las más utilizadas son:
La preparación al parto no es obligatoria en un embarazo, es una elección de los padres para estar mejor informados y preparados de cara a la gestación y parto. Paralelamente a la elección de estas sesiones, es fundamental que la mujer embarazada se ponga en manos de un especialista en Ginecología y Obstetricia para que lleve un seguimiento del embarazo y le asesore individualmente.
Un quiste ovárico es un saco lleno de líquido que se forma dentro de un ovario o sobre éste.
Los quistes ováricos no suelen causar síntomas. Si se presentan síntomas, algunos pueden ser:
Hay diferentes tipos de quistes ováricos según su causa. Los más habituales son los quistes funcionales, que se forman a causa de la ovulación. Se dividen en: quistes foliculares (cuando el folículo no se abre para liberar el óvulo) y quistes del cuerpo del lúteo (si el folículo que retuvo el óvulo se sella después de liberarlo).
Los medicamentos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, ayudan a prevenir la formación de quistes funcionales porque impiden el crecimiento de los folículos.
Por lo general no es necesario ningún tratamiento específico ya que producen síntomas leves que desaparecen por sí solos al cabo de seis o siete semanas. Además, los quistes son muy comunes en las mujeres en edad fértil. En general son benignos, aunque también pueden ser malignos o cancerosos. En muchos casos se puede requerir su tratamiento mediante una adecuada cirugía de quistes de ovarios. En los quistes benignos se pueden eliminar sólo la zona del ovario que ha enfermado, mediante una intervención de laparoscopia. En cambio, en le caso de los quistes malignos suele ser necesario extirpar el ovario completo.
SÍNDROME PREMENSTRUAL
Tipo: Enfermedad
¿Qué es el síndrome premenstrual?
El síndrome premenstrual (SPM) es un conjunto de síntomas que presentan las mujeres entre una y dos semanas antes de la menstruación. Estos síntomas desaparecen cuando la menstruación comienza.
¿Qué síntomas presenta?
La gran mayoría de las mujeres sufre, al menos, uno de los síntomas. Los más comunes son:
En ocasiones, son lo suficientemente graves como para interferir con su vida normal. Con frecuencia, estos síntomas suelen empeorar cuando la mujer tiene alrededor de 40 años, ya que se aproxima la menopausia.
Causas del síndrome premenstrual o por qué se produce
No hay una causa concreta para el síndrome premenstrual, aunque se cree que los cambios en los niveles de hormonas del cerebro pueden jugar un papel importante. El síndrome premenstrual puede estar relacionado con factores sociales, culturales, biológicos y psicológicos. Afecta principalmente a mujeres que:
¿En qué consiste el tratamiento?
No hay un tratamiento concreto para el síndrome premenstrual definitivo. Los especialistas recomiendan practicar ejercicio de forma regular, un tratamiento farmacológico con analgésicos y seguir una dieta saludable evitando los azúcares y sustituyendo los alimentos refinados por los integrales.
Los anticonceptivos orales pueden disminuir o incrementar los síntomas del síndrome premenstrual.
Es el conjunto de músculos y ligamentos que rodean la cavidad abdominal en su parte inferior. Sostienen todos los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) y aseguran su normal funcionamiento. El suelo pélvico es algo dinámico, se adapta a nuestro movimiento pero siempre manteniendo una adecuada tensión que sujete los órganos dentro de la pelvis. Cuando el suelo pélvico se debilita, surgen problemas que pueden afectar al funcionamiento de los órganos pélvicos.
Los principales síntomas de que puede provocar son incontinencia urinaria o fecal, molestias, dolor e incluso un prolapso de uno de los órganos pélvicos.
Los principales factores de debilitamiento del suelo pélvico son:
Hay algunos consejos para prevenir este problema, entre los que destacan:
Si el debilitamiento no es grave, el principal tratamiento es la fisioterapia del suelo pélvico, que tiene como objetivo rehabilitar la zona afectada mediante ejercicios concretos. En el caso de que se haya generado un prolapso de algún órgano, el tratamiento adecuado es la cirugía reconstructiva de suelo pélvico.
Los tratamientos de fertilidad son técnicas para lograr el embarazo. La infertilidad es un problema que afecta a una de cada seis parejas en edad fértil. De hecho, se calcula que aproximadamente un 15% de hombres y mujeres pueden tener un problema de fertilidad.
El tratamiento de la fertilidad suele ser administrado por un especialista en fertilidad o un médico especialista en fertilidad, a menudo un ginecólogo especializado en los problemas y el tratamiento de la infertilidad.
Es importante distinguir los términos de infertilidad y esterilidad. El primero de los casos se refiere a cuando la pareja es capaz de lograr el embarazo pero se producen abortos y no llega a nacer el bebé. Por otro lado, la esterilidad es cuando la pareja no llega a conseguir la gestación.
Los tratamientos de reproducción asistida se realizan cuando existen problemas de fertilidad que dificultan el embarazo. Normalmente estos problemas vienen por ambas partes de la pareja. Actualmente, uno de los mayores inconvenientes es la edad avanzada para la maternidad pero también hay otros factores como la calidad del semen, influidos por la situación ambiental.
El tiempo de espera antes de acudir a una consulta de fertilidad variará de la edad materna. En el caso de mujeres menores de 35 años se recomienda esperar un año pero si la mujer supera los 35, se aconseja acudir a un especialista después de los primeros seis meses de relaciones sexuales normales.
Las alternativas más habituales en los tratamientos de fertilidad son las siguientes:
Antes de someterse a un tratamiento de fertilidad el especialista hará una primera toma de contacto con los pacientes, realizando una serie de preguntas médicas y sobre los hábitos de alimentación, además de posibles hábitos tóxicos. También se informará sobre los antecedentes familiares de salud de ambos miembros de la pareja, importantes tanto para los pacientes como por el futuro hijo.
Algunas de las pruebas que realizará el especialista son:
Es importante seguir las recomendaciones del especialista después de realizar alguno de los tratamientos de fertilidad. En líneas generales, hay los siguientes puntos a seguir:
Un tumor benigno de mama consiste en el crecimiento de células o tejidos benignos en el área mamaria. Son crecimientos que no tienen una naturaleza cancerígena, compuestos de tejido mamario y que ayude a sostener la mama. Los más habituales son los fibroadenomas.
El síntoma principal es la aparición de un quiste mamario duro, que no duele al tacto y se mueve por la mama al no estar adherido a la piel.
A día de hoy se desconoce la causa, aunque se cree que podría deberse a un desajuste hormonal. Afecta principalmente a mujeres en la época de la pubertad y a embarazadas. Sin embargo, se da con menos frecuencia en mujeres que ya han pasado por la menopausia.
Existen ciertos hábitos que pueden evitar la aparición de un tumor benigno de mama. Estos son:
El diagnóstico se lleva a cabo mediante una ecografía, y para afinarlo, se procede a una biopsia por función. Al estar relacionado con cambios hormonales en las mujeres, no tienen por qué extirparse siempre, ya que suelen desaparecer solos en un par de años.
La cirugía de tumores benignos de mama se lleva a cabo cuando estos presentan un crecimiento rápido, deformidad estética o molestias en la mama.
No obstante, hay que someterse a pruebas médicas ante cualquier sospecha de tumor
La vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH) es una vacuna que protege contra determinadas cepas de este virus, que pueden ser las causantes de la mayoría de casos de cáncer de cuello de útero y de verrugas genitales (tanto en hombres como en mujeres).
La vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH) es altamente eficaz para prevenir la infección por este virus antes de que la paciente se exponga a él, es decir, antes de que se inicie la actividad sexual. Esta vacuna tiene la posibilidad de reducir la incidencia de cáncer cervical en el mundo.
Las vacunas estimulan al cuerpo para que produzca anticuerpos que, en encuentros futuros con el Virus del Papiloma Humano (VPH), se unirán al virus y le impedirán que infecta células.
Se puede aplicar a partir de los 9 años, aunque se recomienda hacerlo a la edad de 11 o 12 años. El motivo es que es más efectiva si todavía no se ha tenido ningún contacto sexual y, también, porque la respuesta a la misma es mayor que durante la edad adulta. Se debe administrar en tres dosis en un período de seis meses.
La vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH) puede presentar algunos efectos secundarios. Los más comunes son: desmayo, vértigo, náuseas y reacciones cutáneas en el área donde se aplicó la vacuna.
VAGINITIS
Tipo: Enfermedad
¿Qué es la vaginitis?
La vaginitis es la inflamación o infección de la vagina y de la vulva. Es uno de los problemas ginecológicos más frecuentes, ya que se estima que el 90% de las mujeres padecerá algún tipo de vaginitis a lo largo de su vida.
¿Qué síntomas presenta?
Los principales síntomas de la vaginitis son picor, hinchazón y enrojecimiento de los tejidos. Estos síntomas van acompañados también de una secreción vaginal extraña, denominada leucorrea, que será diferente según la causa de la enfermedad. Además, es normal sentir dolor al orinar o durante el coito, así como dolor abdominal.
Estos síntomas resultan muy molestos y, en algunos casos, pueden presentarse complicaciones leves al aparecer una sobre-infección en las lesiones de rascado en la vulva que hayan aparecido.
Causas de la vaginitis o por qué se produce
Las causas de la vaginitis pueden ser varias:
¿Se puede prevenir?
Para prevenir la vaginitis es recomendable vestir prendas de ropa que no opriman y, sobre todo, cuidar la higiene íntima utilizando productos que no irriten la piel ni alteren el pH vaginal.
Conviene evitar las duchas vaginales así como los productos íntimos perfumados, ya que éstos últimos pueden causar alergia.
¿En qué consiste el tratamiento?
Si la causa de la vaginitis es la introducción de un objeto extraño en la vagina, es importante extraerlo con cuidado para no dañar más las paredes vaginales. Si la causa es una alergia a algún producto químico, se ha de averiguar cuál es para dejar de usarlo.
Las otras infecciones se tratan con medicamentos y, en algunos casos, es importante tratar a la pareja también.
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO
Tipo: Enfermedad
¿Qué es el virus del papiloma humano?
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus que infecta la piel y las membranas mucosas en humanos. Existen más de 100 tipos diferentes, la mayoría de ellos inofensivos, pero algunos tipos se asocian con un mayor riesgo de padecer cáncer o displasia cervical (cambios anormales en las células de la superficie del cuello uterino). Éstos se adquieren a través del contacto sexual con una pareja infectada y puede ser de bajo o alto riesgo. Los de bajo riesgo pueden causar verrugas genitales. Por el contrario, los de alto riesgo pueden provocar cáncer de cuello de útero, vulva, vagina y ano en mujeres; y cáncer de pene y ano en hombres.
¿Qué síntomas presenta?
Es posible que la persona afectada de virus del papiloma humano no presente ningún síntoma. De hecho, la mayoría de las personas afectadas se sienten bien a pesar de sufrir cambios celulares provocados por el virus. En el caso de la mujer, las citologías periódicas pueden detectar cambios en el cuello del útero que pueden acabar desembocando en un cáncer.
Causas del papiloma humano o por qué se produce
Hay factores que aumentan el riesgo de padecer el virus del papiloma humano. Destacan el hecho de tener diversas parejas sexuales así como un mantener relaciones sexuales con parejas promiscuas. Otro factor de riesgo es tener un sistema inmunológico deprimido. Mantener relaciones sexuales sin protección también puede influir en la infección del virus; aunque el uso del condón no protege al 100%,
¿Se puede prevenir?
Es posible vacunarse del virus del papiloma humano para prevenirlo. Esta vacuna protege a las mujeres del contagio de dos de los tipos del virus, que son los causantes del 70% de los casos de cáncer cervical.
También es posible prevenirlo absteniéndose de realizar juegos sexuales en los que haya contacto de piel con piel. En el caso de mantener relacione sexuales vaginales o anales, es importante el uso del condón. Aunque no son del todo eficaces, reducen en gran medida el riesgo de una infección por virus del papiloma humano.
¿En qué consiste el tratamiento?
No exista una cura para el virus del papiloma humano. El tratamiento de una displasia cervical que no desaparece puede consistir en una cirugía para extirpar el tejido anormal.
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